Enrique Sacristán
11.03.2021
En el décimo aniversario de las explosiones en la planta atómica japonesa, cerca de 5.000 empleados continúan las labores de desmantelamiento y descontaminación. Apremia la acumulación del agua contaminada, por lo que se está valorando una decisión polémica: liberarla al mar. Mucho más complicado va a ser la extracción del combustible fundido de los reactores y la futura eliminación de residuos.