EFE
08.07.2025
Durante la última glaciación, la gruesa capa de hielo ayudó a contener la actividad volcánica, ya que su peso mantenía el magma bajo la superficie. Sin embargo, el calentamiento global y el deshielo de los glaciares disminuyen esa presión, lo que podría provocar erupciones más frecuentes y explosivas.
Durante la última glaciación, la gruesa capa de hielo ayudó a contener la actividad volcánica, ya que su peso mantenía el magma bajo la superficie. Sin embargo, el calentamiento global y el deshielo de los glaciares disminuyen esa presión, lo que podría provocar erupciones más frecuentes y explosivas.