Por Teresa Alameda
20.07.2013
Investigadores internacionales sugieren que, además de ser sensibles a las señales químicas y las lumínicas, las plantas pueden interceptar los estímulos sonoros a su alrededor. Otros expertos rebaten estas supuestas nuevas formas de comunicación
Las plantas de chile reducen su crecimiento en presencia del hinojo a su lado. / Petr Kratochvil
Las plantas pueden intercambiar información con su entorno. Hace décadas que se sabe que se comunican entre ellas mediante señales químicas. Por ejemplo, las hojas de la planta de tabaco emiten una sustancia química que, al entrar en contacto con la saliva de la oruga, atrae a otros insectos que la devorarán, salvando a la planta de un fatal destino. Y la planta conocida como “no me toques” (Impatiens pallida) gasta menos energía en crecer cuando se sabe rodeada de plantas de su familia, con quienes comparte los nutrientes. Sin embargo, el papel que pueda jugar el sonido en este entramado de señales sigue siendo una incógnita para los científicos y, de hecho, las incursiones en este campo son muy escasas. CONTINUA!
|