domingo, 6 de julho de 2014

Los animales también bailan

Via SINC
Por Eva Rodríguez Nieto   
04.07.2014

Comienza la temporada de festivales de verano y cientos de personas se moverán al ritmo de sus grupos favoritos. Pero no solo los humanos son capaces de danzar al compás de la música. Algunas aves, las ballenas, los delfines, las focas, los murciélagos y los elefantes, entre otros, también pueden seguir el tempo de una melodía.


Durante tres años Wolfgang Amadeus Mozart tuvo de mascota a un estornino al que dedicó un poema burlesco cuando falleció. Comenzaba así: “Aquí yace un loco entrañable, un pájaro rígido”. Cuerdo o no –como su dueño– este pájaro de compañía tuvo la capacidad de aprender a silbar el último movimiento del concierto para piano en Sol mayor de Mozart, según relata el escritor estadounidense Gabriel Jackson en la biografía del compositor.

El estornino es uno de los seres vivos que tiene la habilidad de imitar en su canto aquello que escucha y, posiblemente, el genio de la música clásica lo escogió por esta razón.
Además de esta ave, otras, como los periquitos o las cacatúas, son capaces de aprender vocalizaciones y moverse al ritmo de una manera predictiva y flexible. La hipótesis científica que explica esta destreza es que solo los animales con capacidades vocales pueden seguir el compás.

“Este supuesto sigue vigente, aunque estudios con chimpancés y leones marinos –animales con aparente falta de aprendizaje vocal– la contradicen. Es necesaria una investigación sistemática de muchas especies que utilicen los mismos estímulos, pruebas conductuales y un análisis estadístico para tener una idea más clara del problema”, declara a Sinc Hugo Merchant, investigador del Instituto de Neurobiología de la Universidad Nacional Autónoma de México y autor de un estudio sobre primates y consonancia rítmica.

Otros seres vivos con aptitud para percibir el ritmo musical –además del ser humano–, son las ballenas, los delfines, las focas, los murciélagos y los elefantes, entre otros. Pero existen diferencias claras entre la percepción de la música por parte de los humanos y otros animales.

Continua!