Políticos que se declaran católicos, destacados teólogos y una gran masa de fieles ignoran doctrinas clave de la iglesia o polemizan sobre ellas - El debate por la ley del aborto evidencia este cisma
¿Quién hace caso hoy a la doctrina de los obispos en materia de familia, sexo, anticonceptivos, investigación con embriones, incluso ante dogmas antes llamados fuertes, como la resurrección y divinidad de Jesús, la inmaculada concepción y la ascensión de María, la infalibilidad del Papa o la real existencia del cielo, el infierno o el purgatorio? ¿Significan estas discrepancias -ese no hacer caso a lo que predica la jerarquía del cristianismo-, que existe un cisma en la Iglesia católica actual? Cisma es, quizás, una palabra fuerte porque, además de división, discordia o desavenencia entre personas de una misma comunidad -éste es su significado académico-, la palabra, en mayúscula, alude a los cismas por antonomasia: la ruptura del cristianismo oriental y occidental en 1054, y las brutales escisiones del largo periodo comprendido entre 1378 y 1532, con Lutero como personaje principal y años de terribles guerras por el camino. Continua
sexta-feira, 25 de dezembro de 2009
Voto de desobediencia a los obispos
Via El País - Por JUAN G. BEDOYA - 24.12.2009