Según el prefecto de Carabineros de Concepción, de los detenidos por saqueos, sólo un 10% tiene antecedentes delictuales. Se trata de una masa de residentes de bajos ingresos y trabajadores de clase media de poblaciones de Concepción y Talcahuano. En una de ellas, hay obreros, dueñas de casa y asesoras de hogar que reconocen los robos.
Fue gente común y corriente, trabajadores de clase media, la que formó la mayoría de las turbas que saquearon el comercio de Concepción y Talcahuano los primeros días después del terremoto. "Hay de todo tipo de gente, cruza las clases sociales", afirma el prefecto de Carabineros de la capital penquista, coronel Hermes Soto. Y lo reafirman los propios pobladores de sectores como la villa Alto Palomares: "Fuimos aprovechadores", dice una vecina de esa población.
Si bien ambas policías tienen establecido que delincuentes y narcos fueron instigadores de los actos de pillaje, la gran mayoría fue gente que reaccionó al boca a boca. El prefecto Soto estima que sólo un 10% de los detenidos por participar en saqueos tiene antecedentes penales. La cifra surge a partir del chequeo de las bases de datos policiales, en el momento de la detención. De los detenidos, el 98% (143) quedó en prisión preventiva. Continua
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