Así lo indica Rodrigo Figueroa, psiquiatra que participó en las labores de ayuda tras el desastre de Haití.
Dificultad para conciliar el sueño, sobresaltos constantes e irritabilidad son algunos de los síntomas normales que pueden experimentar las personas luego de vivir una experiencia tan extrema con el terremoto del pasado sábado. De hecho, aproximadamente un 80% de las poblaciones afectadas por desastres naturales como éste, sufren el cuadro, pero sólo por dos semanas. Este es el período necesario para que los afectados procesen e internalicen lo que ha ocurrido.
Si el miedo persiste luego de este período, deja de ser normal y se convierte en una enfermedad: el trastorno de estrés post traumático, caracterizando por insomnio, irritabilidad y reexperimentación de lo vivido, a través de imágenes, pensamientos o sensaciones que invaden la mente de manera involuntaria.
“Además existen cambios en la personalidad: la persona se desconecta de sus intereses habituales y deja de convivir con su familia y amigos. Puede haber síntomas disociativos, donde la persona olvida el recuerdo”, agrega el psiquiatra Rodrigo Figueroa del Hospital Clínico UC, quien participó en las labores de ayuda tras el desastre de Haití.
El especialista agrega que estos pacientes no lograrán resolver sus síntomas por si solos y requerirán ayuda especializada. Esta situación podría afectar aproximadamente al 20% de la población que sufrió el desastre. Un estudio realizado un año después del terremoto que azotó a Turquía en 1999, mostró que el 19,2% de los habitantes de la zona afectada sufrían este síndrome. Asimismo, un año después del sismo que afectó a Taiwán el año 2006, el 15% de los residentes aún padecía este desorden. Continua
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