domingo, 22 de agosto de 2010

Quando teu pai te aterroriza

Via El País
REPORTAJE
Por M. R. SAHUQUILLO / N. GALARRAGA
22.08.2010


Los expertos estiman que 800.000 menores sufren la violencia de género en casa

Lorena tiene muy pocos recuerdos alegres de su infancia. No puede evocar una noche tranquila ni un día de paz. En su casa, los gritos y los golpes eran constantes. También el silencio angustioso que precedía a los insultos y las palizas que su padre infligía a su madre. Y su impotencia por no poder hacer nada. Hace tres años que madre e hija huyeron de la pesadilla de violencia machista en la que Lorena prácticamente había nacido. Acababa de cumplir 21 años. "Fuimos a dar un paseo y no volvimos más. Salimos con lo puesto", explica. Mientras habla no deja de retorcer tensa su collar. No tuvo infancia ni adolescencia. Creció como una niña asustadiza, una cría que ni estornudaba "por no molestar".

Vanessa, periodista de 29 años, y Miriam, profesora de 24, vivieron junto a sus otras dos hermanas sometidas a su padre durante años. Siempre con el temor de cometer un error -o lo que al maltratador se le antojaba como tal- y el pánico ante la segura represalia. "A mi padre siempre le he tenido miedo", cuenta por teléfono Beatriz, de 23 años, que con su madre acaba de terminar un largo tratamiento en un centro para mujeres víctimas de la violencia machista por el que también pasaron años atrás las otras tres veinteañeras, al que regresan una mañana para contar su experiencia. Son hijas de mujeres maltratadas. Víctimas de sus respectivos padres. Malvivieron en un ambiente violento hasta que lograron huir de su verdugo. "Un hombre que me vino impuesto. Al que yo no elegí", precisa una.

Su caso no es único. Unos 800.000 niños conviven con situaciones de violencia de género en España, según una estimación del Ministerio de Igualdad -una cifra derivada de la macroencuesta anónima sobre violencia de género de 2008-. De ellos, alrededor de 200.000 son hijos de mujeres con órdenes de protección. Continua

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Vanessa, a la izquierda, y Miriam solo empezaron a vivir sus vidas hace ocho años, tras huir con su madre y sus otras dos hermanas de su padre.- LUIS SEVILLANO


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