Por BERNARD HENRI-LÉVY
29.08.2010
El autor pide a la sociedad española que se sume con urgencia a la batalla de la comunidad internacional para impedir la lapidación de esta mujer iraní, condenada por adúltera
Sakineh Mohammadi Ashtiani es esa mujer iraní de 43 años que fue condenada a la lapidación y lleva ya cinco años pudriéndose en la prisión de Tabriz, al oeste de Irán, a la espera de que se ejecute la sentencia.
Y eso por un "crimen" que solo confesó bajo tortura y que consistió, según sus acusadores, en haber mantenido... ¡una relación amorosa extramatrimonial!
La opinión pública internacional, conmocionada por el horror de la situación, esperaba con ella la revisión de un veredicto tan inicuo como bárbaro cuando, el 9 de agosto pasado, tuvo lugar uno de esos golpes de efecto a los que Irán nos tiene acostumbrados: el régimen difundió por televisión, en un programa de gran audiencia, las nuevas "confesiones" de la mujer, que, cubierta con un chador negro que solo dejaba asomar su nariz y uno de sus ojos, y con una hoja de papel entre los dedos -como si recitase una lección mal aprendida- y una voz en off en farsi superpuesta a su propia voz -que se expresaba en su lengua materna, el azerí-, confesaba un segundo crimen: su supuesta complicidad en el asesinato de su marido.
A su actual abogado, Hutan Kian, no le sirvió de nada recordar que Sakineh ya había sido absuelta de esa misma acusación en 2006.
Sin hablar de las dudas que no podía evitar alimentar sobre la identidad de la mujer que, oculta bajo su velo integral, apareció aquella noche en las pantallas, Hutan Kian afirmó que, una vez más, esa declaración -carente de toda verosimilitud- había sido arrancada mediante tortura.
Finalmente, recordó que contradecía abiertamente otras afirmaciones, aparecidas en el diario británico The Guardian ocho días antes, en las que la misma Sakineh explicaba que las autoridades iraníes ya la habían exculpado de esa acusación infame en 2006; que, por tanto, mentían descaradamente al volver a sacar a relucir un cargo delirante abandonado desde hacía tiempo, y que la "justicia" solo se obcecaba en su caso "porque es una mujer" y porque vive "en un país en el que las mujeres están privadas de los derechos más elementales". Continua
Acabe com o apedrejamento!
Assine a petição e divulgue!